martes, 21 de febrero de 2012

De nuevo...las redes sociales


LUIS HUSILLOS MORAL

Los acontecimientos en Valencia nos llevan de nuevo a reflexionar sobre el poder de amplificación de las redes sociales. Una vez más, un conflicto latente o explícito encuentra su eco en las herramientas de comunicación 2.0. Las "primaveras" que nacen del descontento o frustración de amplios sectores de la población ante la situación política, económica o social, prende con rapidez en el universo inabarcable de esas plazas mayores virtuales. Y esa rapidez de propagación deja, a mi juicio, poco margen para la reflexión. La intermediación en las relaciones sociales es cada vez mayor. Y lo que antes eran intermediarios de carne y hueso, ahora son una infinita maraña de interconexiones, donde el no estar no es concebible para quienes deben conformar el futuro, es decir, los jóvenes. El efecto multiplicador es la base de esta entrevista de Punset a James Fowler, que he pensado sería interesante retomar aquí. Espero que os guste.

3 comentarios:

  1. Hola Luis, no has puesto etiquetas en el post. Si no marcas palabras clave tanto en el cuerpo (por ejemplo en negrita o enlazando a otros blogs o artículos internos del mismo blog) como en la propia entrada el contenido no posiciona. Gracias. María José Cayuela

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  2. Otro consejo. Cuando subas un vídeo puedes modificar en el Html del mismo las dimensiones para que quede a columna completa del post. Siempre queda más elegante. Un abrazo. María José Cayuela

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  3. Hola Luis,
    yo creo que las cargas policiales a diestro y siniestro en Valencia no tiene que ver tanto con las redes sociales, aunque sí la concentración de estudiantes.
    Muy entretenida y curiosa la entrevista de Eduardo Punset que has colgado, sobre todo por las cifras que da. Es cierto que aunque el no estar en las redes es inconcebible para los jóvenes, asisto a muchas conversaciones -de carne y hueso- con auténticos detractores de inmiscuirse en las redes para interrelacionarse a través de ellas. Es verdad que de quienes hablo son un poco más maduritos...
    Saludos, Anabel Calado

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